viernes, 27 de noviembre de 2015

Nunca digas nunca ( Parte II)

Colechando con mi bebé (1m 9d)
Lo que yo quería contar ayer y me fui por las ramas, es que al igual que el sexo, los nombres o los futuros juegos, también idealizamos e imaginamos muchas cosas referentes a nuestra paternidad. Y todo lo que en su momento te parecía lógico y normal, llegados a este punto es que ni contemplas esa opción.

Durante esos meses, a veces antes, lees, te informas, buscas, investigas.. Crees tener "el método perfecto" y lo hablas con tu pareja. Acuerdas cómo será la educación, si irá a la guardería, si tomará o no biberón, dónde dormirá.. Es más, por planificar.. planificamos hasta el parto! (Ese es otro tema..)

Y la primera en la frente. Desde el momento en que das a luz, todo sigue su cauce natural y tus acuerdos se van al traste.  Recuerdo que al comienzo del embarazo hasta pensé en llevar un régimen especial, hacer yoga y pilates e infinidad de cosas, que como idea supergenial, me sigo planteando para un futuro segundo embarazo (JA JA JA). Pero hay otras de las que sí aprendemos. Por ejemplo:

"El niño en su cuna desde el primer día, bueno, al menos después del primer mes, para no tener que recorrer el pasillo 20 veces cada noche" ¿Colecho? no voy a negarlo, a mí me sonaba a hippie y hasta me daba miedo, pensando que igual podría aplastar a mi bebé durmiendo. Y ahí estaba yo, la primera noche, en el hospital, con mi peque en la cama. Bien es cierto que esa noche no dormí, temía que se pudiese caer entre los huecos de las barandillas de la cama. Eso y que mi habitación estaba justo en el control de enfermería.

En cuanto llegamos a casa, las dos primeras noches probé a meterle en la minicuna, y cada vez que pedía pecho, que en realidad sólo era a eso de las 2 y las 6 de la mañana, lo cogía, me sentaba en la cama y ahí aguantaba como podía las 2 horas que estaba mamando, hasta que más de una vez casi me dí en la frente con el colchón.

A la tercera noche, me tumbé dándole el pecho para evitar el dolor de espalda, y de pronto, era de día. MAGIA!!

Así que, aquí estoy, con una minicuna que sólo he usado para romperme dos dedos del pie al caminar a oscuras, y lo mejor, con una maxicuna en otra habitación, que nos hicieron bajo pedido durante 2 meses y vinieron a montarla cuando estaba embarazada de 5 aún.

Y no sólo por comodidad, sino porque tiene múltiples beneficios que no voy a enumerar porque me dejaría varios, pero así, de primeras que se me vengan a la cabeza, os puedo decir que toda la familia dormimos mejor, llega un punto en el que ni te enteras de cuándo se engancha el cachorro, ni cuándo se suelta (y eso es buenísimo si eres de no echarte siestas durante el día como yo).

Está comprobado que con el colecho se reduce el riesgo de muerte súbita y aumenta el lazo afectivo papás-hijo. Y los bebés lloran menos al ser atendidos casi inmediatamente.

En fin, que no intento vender nada, pero no está de más tener información y opiniones basadas en experiencias, aunque cómo no, lo mejor es poder probarlo para opinar!! 

Yo estoy encantada, y creo que vamos a seguir así por mucho tiempo, pero a saber! Igual algún día puedo contar mi experiencia con la maxicuna :P


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